top of page

La vía hace al ciclista

  • Eneko Astigarraga
  • 15 sept 2017
  • 2 Min. de lectura

CONSECUENCIAS DE LA ELECCIÓN DE UNA TIPOLOGÍA DE INFRAESTRUCTURAS EN LA CIRCULACIÓN DE LAS BICICLETAS EN ÁMBITO URBANO E INTERURBANO.

Después de unos años de vorágine constructiva de vías ciclistas en todo el Estado, nos encontramos con un panorama de actuaciones variopintas pero que han ido configurando un modelo predominante de “carril bici” que ha conllevado un estilo de circular entre los ciclistas urbanos y también entre los cicloturistas.

En el ámbito urbano:

Estamos hablando fundamentalmente de la ACERA BICI BIDIRECCIONAL para los iniciados, “carril bici de dos direcciones en acera” para los no iniciados. Este modelo se ha impuesto, sobre todo en poblaciones con poco arraigo ciclista (casi todas, en definitiva), con la presunción de que es el más seguro para los ciclistas – sobre todo para los más inexpertos-.

¿Cuáles han sido las consecuencias?

  1. Se ha incrementado el número de ciclistas, aunque no se ha sabido ponderar las inercias que ya eran indicadoras de un crecimiento significativo sin este tipo de infraestructuras.

  2. Se ha reducido la eficiencia de la bicicleta como medio de transporte, al recomendar (cuando no obligar) a seguir itinerarios complicados, sinuosos y con poca prioridad, que alargan los viajes de una manera significativa.

  3. Se ha aumentado el número de accidentes de ciclistas en intersecciones, incorporaciones y pasos peatonales, con lo cual se ha incrementado también la peligrosidad de los itinerarios en dichos puntos.

  4. No se ha condicionado el tránsito motorizado, con lo cual no se ha disuadido suficientemente sobre el uso del coche privado en los trayectos urbanos. Lo que sí que se ha condicionado es el tránsito peatonal, sometiendo a los viandantes a un estrés y a una discriminación incluso en espacios reservados a los mismos, como son las aceras.

En el ámbito interurbano:

Se ha adoptado el estilo CAMINOS NATURALES del Ministerio de Medio Ambiente, sin duda apoyado en la ímproba labor que se está haciendo desde VÍAS VERDES para promover este tipo de rutas. Vías ciclistas compartidas con otros modos no motorizados que utilizan acabados compactados, raramente pavimentados.

¿Cuáles han sido las consecuencias?

  1. Se está segregando sólo a un estilo de ciclistas -los de montaña o los de trekking- discriminando a los ciclistas “de rueda estrecha” que no pueden circular por este tipo de vías.

  2. Se han conseguido muchos kilómetros de adecuaciones de vías en poco tiempo por resultar su ejecución realmente barata.

  3. Son vías de una cierta peligrosidad, ya que el terreno suelto tiene sus inconvenientes en la tracción y, por tanto en la conducción, y tiene sus sorpresas en cuanto a la nivelación, baches, regueros, etc.

  4. Su coste de mantenimiento es muy superior al de una vía pavimentada.

  5. No se han priorizado los itinerarios atendiendo a criterios de conectividad y funcionalidad, ni siquiera a atractivo turístico sino a otras razones.

Con este panorama, resulta imperiosa una reflexión seria sobre qué estilo de circulación ciclista queremos proponer para los próximos años y qué estilo de vías deberemos proponer y promocionar antes de que las inercias sean demasiado fuertes y estemos condicionando la oportunidad de realizar otro tipo de actuaciones y defender otros tipos de circulación en bicicleta.

 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page